El empoderamiento femenino nos ha dado muchas cosas a las mujeres que eran necesarias y por las que a día de hoy seguimos luchando, pero también nos ha confundido, hasta el punto de desequilibrar nuestra energía femenina. La igualdad nos ha hecho creer que tenemos que actuar como hombres y ha desequilibrado nuestras energías.

La energía femenina es la energía inherente de las mujeres, esta energía es la que conecta con la intuición, las emociones, creación. A la misma vez, es la energía del caos, la oscuridad, la luna, recibir sin tener que dar nada a cambio. La energía de Shakti (la diosa Shakti, en el hinduismo, simboliza la energía femenina divina, el poder creativo y la fuerza cósmica que impulsa el universo) es la paciencia, la que entiende los tiempos, la que expresa y habita sus emociones.

La energía masculina (dios Shiva) es la energía de la acción, del hacer, la competición, la energía de dar. La energía masculina está situada en el cerebro (queriendo entenderlo todo), mientras que la energía femenina está situada en el corazón y la energía sexual de las mujeres está en el corazón, por eso cada día más veo a mujeres en consulta que no tienen ganas de tener sexo con sus parejas porque están en la energía masculina, en la mente, en el hacer, y esto inevitablemente, como mujeres nos hace estar agotadas.

Esto no quiere decir que las mujeres debamos estar en la energía femenina y los hombres en la energía masculina, sino que ambas deben estar equilibradas, necesitamos de ambas, para estar en equilibrio.

El empoderamiento femenino y el emprendimiento nos ha llevado a estar en la acción, en la competencia, en el querer llegar todo, a creer que somos super woman, esto nos ha llevado a estar en unos niveles de estrés y con una carga mental que está haciendo mucho daño a muchísimas mujeres hoy en día.

Por eso me gustaría que después de leer este post y escuchar nuestro inspoaudio, reflexionaras sobre qué energía predomina más en ti.