El ser humano sufre por naturaleza. La búsqueda de la satisfacción plena y continua nos hace sufrir de forma constante.

Nos hemos acostumbrado a vivir en una insatisfacción permanente, creyendo que nuestra felicidad depende de todas las circunstancias externas que nos rodean.

El sufrimiento nos sitúa en unas frecuencias de vibración muy bajas, a medida que vayamos avanzando con el programa y con tu proceso de transformación, elevaremos tus frecuencias de vibración hacia las más altas, conectando con la gratitud, amor, abundancia.