¿Amar o querer? Esa es la cuestión. Hace unos días cuando entré en la red Social Linkedin vi un post de Borja Vilaseca, un profesional que me gusta mucho. Él es especialista en Eneagrama, una herramienta de personalidad muy potente y hace años que lo descubrí por lo que voy siguiendo sus pasos.
El «post» trataba del amor, ¡gran tema de interés! por lo que me pareció muy interesante ya que en los últimos tiempos estoy especializándome en dicho tema, y me parece atrayente reflexionar sobre ello debido a que en la sociedad cada vez hay más conflictos al respecto.
Últimamente están viniendo a mi consulta sobre todo mujeres (esto es debido a que trabajo en un porcentaje mayor con mujeres, pero también tengo muchos hombres clientes), con ciertos problemas de pareja, debido a relaciones insanas y tóxicas. Con esto me siento muy reflejada ya que yo también he vivido esto, como muchos sabéis a través de mi historia. Debido al gran aprendizaje que he realizado con respecto a este tema, cada vez me voy especializando más, y es por ello que estoy lanzando proyectos relacionados (en breve os comunicaremos de qué se trata)
El caso es que lo que puedo observar en mis clientas e incluso en mí hace un tiempo es que aunque estén viviendo relaciones de pareja tóxicas, relaciones de pareja que no le aportan todo lo que ellas quieren, o relaciones de pareja que incluso las desvalorizan, ellas tienen un sentimiento siempre constante que aún y así quieren a esa persona.
Me gustaría hacer un inciso ya que muchas veces la sociedad juzga a dichas mujeres pero puedo asegurar que el 98% de la población nos hemos visto así, en relaciones no satisfactorias completamente pero aún y así ahí anclados por “amor”. Esto es lo que nos contamos aunque la explicación muchas veces no es por amor, sino por temor… temor a salir de la zona de confort.
Digo por amor entre comillas porque como bien comentaba Borja y bien sabemos las personas que estamos dentro de este ámbito, esto no es amor. Existe una diferencia clara entre Querer y amar y es lo que quiero explicar en las siguientes líneas. Todos, y digo absolutamente todos deseamos ser queridos y es por ello que cuando no lo somos o no somos correspondidos podemos incluso desarrollar emociones muy negativas de frustración y tristeza. Pero realmente ¿Cuántos estamos dispuestos a amar?
Cuando queremos, estamos desarrollando esa relación desde la carencia, por lo que tenemos un sentimiento de vacío, de necesidad y por lo tanto creemos que el otro ha de llenar ese vacío. Al tener el sentimiento de vacío que creemos que ha de ser llenado por el otro actuamos en base a la carencia por lo que simplemente recibimos carencia. Recuerda que el universo nos da lo que nosotros somos, si somos carencia, obtenemos carencia.
Además de poner en el otro el control de nuestra felicidad porque solamente seremos felices si el otro llena ese vacío por lo que si no es así entraremos en la desolación. Esto es muy peligroso porque pierdes el control absoluto de tu felicidad y además puedes entrar en ciertos términos peligrosos en las relaciones de pareja como puede ser Dependencia Emocional (creyendo que el otro es la fuente de tu felicidad) y escuchar frases como “sin él no puedo vivir” “me muero si me deja”. Aquí es cuando también puede aparecer la posesión y tratar a la otra persona como si nos perteneciera además de los Celos, tener miedo a perder a esa persona. Como veis estamos todo el tiempo en la carencia, desarrollando emociones negativas como miedo, posesión, celos o incluso rabia y rencor pensando que el otro es el causante de nuestro malestar… Por lo tanto ¿dónde está la clave?
Cuando realmente amamos, es cuando cada miembro de la relación se hace responsable de su propia felicidad sin hacer responsable al otro y además vive en un mundo de abundancia, sentimos plenitud en nuestro interior, sentimos amor hacia nosotros mismos y por lo tanto podemos proyectarlo a nuestras parejas, desde el desinterés y simplemente por el bienestar del otro sin querer obtener nada a cambio.
Es por ello muy importante que detectemos si estamos en la carencia y estamos necesitando que nos quieran o sin embargo estamos en la abundancia amándonos a nosotros mismos y amando al otro simplemente por querer aportar en el bienestar del otro y no por recibir ni esperar nada a cambio.
Todos estos términos son muy interesantes de indagar y trabajar ya que el verdadero éxito de las relaciones, y sobre todo de la relación con uno mismo es poder poner nombre a lo que sentimos y ver si realmente estamos en la abundancia.
¿Cuánto tiempo más vas a estar dependiendo de lo que hagan los demás, o simplemente vas a coger las riendas de tu vida?