En tiempos de confinamiento se habla mucho de la palabra despertar y muchos me preguntáis qué es este término. ¿Es que estamos dormidas? Sí, muchas lo estamos o estábamos y muchos lo siguen estando, antes del confinamiento nuestra vida estaba muy conectada con el estrés y hacíamos mil cosas a la vez…
La verdad es que el despertar no tiene nada que ver con el nivel de activación precisamente. Podría parecer que estábamos muy activados y podría parecer que también estábamos muy despiertos, pero la verdad es que funcionamos con el piloto automático y este tiempo que estamos pasando en casa sin poder salir y hacer todo lo que antes ocupaba nuestro tiempo nos está haciendo tomar conciencia de lo dormidos que estábamos. Hacíamos las cosas casi sin pensar y nuestra mente y nuestro cuerpo estaban en modo de supervivencia.
Esta situación nos generaba en muchos casos un estado de insatisfacción y estrés porque estábamos desconectadas de nuestro cuerpo que no vivimos, sino que sobrevivimos.
Cuando hablamos de la palabra despertar, nos referimos a quitarnos esa máscara, ese piloto automático y comenzar a sentir y vivir la vida, tal y como es. Es dejar de funcionar en piloto automático para detenernos un segundo y preguntarnos las dos cosas para mí más importantes ¿Quién soy? Y ¿qué necesito en este momento?
Es el darse cuenta que algo está pasando en mí y empezar a entrar hacia adentro para auto conocerse, darse cuenta, tomar conciencia y transformarnos.
Es despertar y dejar de ir por la vida como arrastrados por la corriente, cogiendo las riendas de nuestra vida y dirigiendo nuestro propio timón. Despertar es darte cuenta que no has venido aquí a seguir a la corriente sino a crecer, vivir, sentir y disfrutar.
Pero la única forma de disfrutar plenamente es esta, despertando de ese sueño que nos imponen nuestros padres, profesores, sociedad, que nos van diciendo quién somos con respecto a sus ojos, qué debemos hacer para ser aceptados y cómo debemos comportarnos. Despertar, es dormir al piloto automático para despertar esa gran esencia que hay en ti.
Pero la mayor dificultad de todo esto está en que hemos vivido tantos años con la máscara, con el piloto automático que ni siquiera somos conscientes que estamos dormidos. Es por ello, que siempre recomendaré ese camino de desarrollo personal donde puedes ser capaz de desprenderte de esas cadenas que te atan.
Si crees que ha llegado el momento de despertar o has despertado y sientes que quieres empezar a trabajar tu desarrollo personal, ponte en contacto con nosotras y te ayudaremos a empezar.
Porque como digo siempre, la vida está para vivirla y no para sufrirla.